Fuente: Ripoll Tizón
Fotografía: Miguel Coelho, Jaime Sicilia 
Nos encontramos en el límite entre el terreno construido y el paisaje rural, en una parcela alargada entre medianeras, orientada según un eje Norte-Sur y con fachadas a dos calles entre las que existe un desnivel de dos metros.
El crecimiento en esta zona mantiene la estructura habitual del casco urbano del pueblo: manzanas cerradas cuyas edificaciones se alinean a la calle y liberan un patio interior. La relación de los edificios con la calle, casi sin balcones y con aberturas controladas contrasta con la que presentan hacia los patios interiores donde los huecos de fachada son mayores y las volumetrías se escalonan en busca del aire y de la luz.