Fotografía: Belén Imaz

Enclavada en un privilegiado entorno de la provincia de Cáceres, el objetivo era transformar un establo abandonado en una vivienda familiar mediante la rehabilitación integral, coherente y respetuosa con el entorno. Este trabajo pretende mostrarse como una no intervención en el territorio y reconoce la preexistencia como una sabia posición del ser humano en la naturaleza.
Tras analizar las tipologías del entorno, la orientación –sur- la posición de la edificación -al abrigo de la sierra de Gredos- se reconoce en esta arquitectura rural una pieza mucho más inteligente de lo que a simple vista pueda parecer.
Es por esto, y por la bella naturaleza en la que se ubica, que la intervención repite la volumetría y los materiales existentes. Se construye un gran espacio central para el salón y la cocina, alrededor del cual se ordenan las distintas piezas destinadas a habitaciones.