Expresión sin capricho | Llàtzer Moix

por Llàtzer Moix. Artículo publicado en La Vanguardia del Sábado 26 de Febrero de 2011.

Fotografias: Iñaki Bergera

CRÍTICA DE ARQUITECTURA
Expresión sin capricho
Escuela infantil Arquitecto: Javier Larraz Ubicación: Buztintxuri, Pamplona

En el barrio residencial pamplonica de Buztintxuri ha entrado en funcionamiento este curso una hermosa y amplia escuela infantil. Su autor, Javier Larraz, ha logrado un edificio cargado de personalidad, sin renunciar a un planteamiento sencillo y ordenado. Situada en un solar donde la ciudad linda con los montes vecinos, sobre una parcela alargada, esta escuela para niños menores de tres años se divide en cuatro cuerpos longitudinales, uno junto a otro, revestidos de basalto. El primero, orientado al oeste, se protege del ruidoso vial vecino y del sol de tarde con una celosía conti nua, formada por finas chapas, de metal, de sección romboidal, que tienen además funciones estructurales. Pintadas de colores pardos, que armonizan con los de los vecinos montes, tales chapas definen este primer cuerpo, dedicado a servicios, y configuran la elegante fachada principal. El segundo cuerpo, de doble altura, y con entradas de luz en la parte superior, hace las funciones de calle central de la escuela. Penden del techo lámparas de pantalla semiesférica, también en tonos pardos, que rompen la sensación de vacío, del mismo modo que lo hacen dos volúmenes acristalados - oficinas y cocina-que muerden ligeramente este majestuoso espacio de distribución. El tercer cuerpo, que vuelve a ser de una altura, es el reservado a las cuatro aulas, cada una de unos 130 metros cuadrados de superficie. Son dimensiones holgadas, impensables en otras comunidades donde la normativa es menos generosa que en Navarra. El cuarto cuerpo, abierto y exterior, es el de patio, orientado al este y dispuesto en una franja continua que discurre frente a las aulas acristaladas, alternando diversos tipos de pavimento (hormigón pulido, grava, caucho y ajardinado).

Estos cuatro cuerpos de distinto volumen componen un edificio de serena belleza en un entorno inmediato tirando a desangelado. Y son prueba fehaciente del talento de Larraz, que se manifiesta también en su más reciente Centro de atención a personas sin hogar, en la zona de Trinitarios, asimismo en Pamplona, otro reflejo de la munificencia pública navarra. De nuevo recurre allí a la celosía - las razones de seguridad son las que lo exigen esta vez-como envolvente general, y prodiga una distribución extremadamente racional y ajustada. Una nueva muestra de arquitectura expresiva pero discreta, sensata y poco o nada caprichosa: Larraz afina.

Imágenes sobre el proyecto (Iñaki Bergera)