Fotografía: FG+SG – Fernando Guerra, Sergio Guerra
El molino fue diseñado de manera que fuera lo más cercano posible a los olivos, y que fuera fácil de reconocer dos capas horizontales diferentes. La capa que se une a la tierra, que es oscuro y aparece junto a los muros periféricos de la propiedad y los caminos que comprenden la construcción. Luego, otra capa, la luz y el color blanco que se encuentra sobre la inferior, y se extiende a ambos lados, creando dos estructuras en voladizo que se corresponden con las áreas protegidas externas.
Aquí, durante el día y la noche, los trabajadores están protegidos de las lluvias de invierno y funciona como una especie de lámpara enorme en toda la zona de trabajo. De lejos esta lámpara actúa como un faro, una referencia al paisaje.










caray, tu... quina xulada, toma asterisc *
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